jueves, 29 de diciembre de 2016

No se conoce a la gente por accidente

Quiero empezar este post diciendo que no creo en las casualidades, si no en las causalidades, siempre he creído que las cosas ocurren para enseñarnos, porque nunca dejamos de aprender, desde que nacemos hasta que nos vamos todo es un aprendizaje. Las lecciones de la vida son enseñadas a través de las experiencias, vivencias y situaciones difíciles que vivimos, para ello contamos con los maravillosos instrumentos que son las personas que nos topamos y conocemos. 
En esta entrada quiero hacer énfasis en dos tipos de personas: las que llegan de pronto y son como ángeles, y las que llegan para lacerarte la vida y no ves el momento de que se vayan.



No te pasa que en un momento de tu vida, te detienes y ves a tu alrededor para darte cuenta que tienes gente involucrada contigo que quizás no estaba hace un mes?........de repente esas personas forman parte de tu vida y rutina, pero hace poco ni pensabas que estarían, porque sencillamente ni las conocías.....en algunos casos esas personas llegan para quedarse, en otros casos esas personas se van como llegaron......repentinamente. Lo cierto es que mientras están agradeces cada minuto que invierten en ti, se convierten en un oasis para tu vida, son ángeles de ayuda que vinieron hacer en algunos casos la carga mas ligera.

Pero también llegan personas a tu vida que desde el minuto que entran ya quieres que se vayan, relacionarte con ellas se convierte en casi una tortura, pasan los días y esas personas continúan allí, como amasándote las emociones, trillandote la vida, escupiéndote el ego, te pisoteándote la paz, y por mas que quieres huir no puedes.

Tanto para las personas fugaces, como para las personas que te laceran la vida por un tiempo atroz, hay una explicación del porque están, y tal como dice el nombre de este post no se conoce a la gente por accidente, recuerda no hay casualidades, todo tiene una causa, todo tiene un porque aunque sea doloroso, si....duele, pero existe.

En el primer caso, esas personas que llegan rápido y se van de la misma manera fugaz, llegaron a ti para cumplir un ciclo, un propósito que quizás sientas corto, tal vez estuvieron para ayudarte a subir un escalón que necesitabas subir, o pasaron a tu lado para darte un tremendo empujón, porque llevabas tiempo estático,  en algunos casos para ser los nexos para que conocieras a otros, o de pronto tu fuiste esa persona fugaz para el o ella, y sin saber le agregaste algo a esa vida que antes no tenía. 
El caso es que hay que aceptar el tiempo que dure, el tiempo que permanezcan, nada es eterno y todos debemos evolucionar. No se trata de ir usando a la gente por la vida, se trata de asumir y aceptar los tiempos de permanencia, no podemos retener en nuestras vidas, lo que fue destinado a solo estar un momento, reconoce lo que vino hacer, acepta y deja ir.....o en muchos casos, acepta cuando sabes que debes retirarte. Valora lo aprendido, quiere lo que te enseñaron, recuerda y honra el privilegio de aquello que te dejó.

En el segundo caso, prefiero llamarlos personas para aprendizajes y de entrenamiento, son personas que vinieron a formar tu carácter, llegaron no para joderte como uno asume muchas veces, si no para enseñarte grandes lecciones de vida, pero cuidado!! hay que discernir cuando es el momento de la retirada. Cuando un jarrón de vidrio se esta formando en un objeto codiciable lleva fuego a altas temperaturas, pero hay un momento en el que el fuego debe ser retirado de la pieza, porque si no la destruye!!!  una vez que el fuego pasa, esa mezcla amorfa que era toma forma, se convierte en algo hermoso, que jamás podrá ser comparado con lo que era antes. 
Debemos entender que todo es un proceso, agudizar nuestros sentidos y mantener una buena actitud ante el aprendizaje puede facilitar mucho las cosas. Quizás ahora mismo tienes un a persona ¨entrenadora¨ a tu lado, puede ser un jefe abusador, un maestro prepotente, un socio pedante, un gerente maltratador y arrogante, pueden ser innumerables los ejemplos, pero te tengo una buena noticia: estas en entrenamiento!!!! y todo es temporal,  es en serio cariño todo pasa, cuando aprendes la lección todo pasa. 

Mis consejos son que te tomes un tiempo para drenar, soltar las emociones, llora si lo necesitas y continúa con actitud de resistencia como lo hacen los guerreros, jamás actúes de la misma manera, con tu persona ¨entrenadora¨ aprende a desarmar, dominas tus reacciones, aprende a conocer a esa persona y siempre ve un paso adelante, minimiza los enfrentamientos, y serás sabio. En lo que aprendas la lección la vida misma se encargará de las injusticias y tu habrás evolucionado, habrás crecido, habrás sembrado cosas buenas que vas a cosechar en el tiempo que menos lo imagines, pero sí en el tiempo que más lo necesites.
Aprende a no quejarte, calla, drena en soledad, busca distraerte mientras dure el entrenamiento y te aseguro que seras una mejor persona cuando el proceso culmine.




Siempre le pedimos a Dios cosas, situaciones, metas, sueños, pero nunca nos hará llegar a lo deseado de la noche a la mañana, debemos ser capacitados para valorar y hacer buen uso de las cosas cuando lleguen. Ningún padre le dará a su hijo una bicicleta si primero no aprende a caminar. 
Todo tiene un camino, para llegar a la cima hay que escalar mucho, y en ese camino vamos a sufrir, sudar, pasar hambre, frío, y quizás uno que otro accidente que nos implique parar por algún tiempo hasta recuperarnos, el secreto esta en nunca desistir, siempre continuar aunque tengamos que cambiar los caminos, la cima estará allí esperándonos.
Cuando llegues y hagas una introspección te darás cuenta que no eres el mismo que empezó a escalar, y que todo valió la pena, todo fue necesario. Fue necesario tropezarse con la piedra porque al pisarla ibas a subir más rápido, fue necesaria encontrar aquella rama que creías segura, pero que al sostenerte de ella casi te hizo caer, pero te ayudo a que se te cayera la mochila para aligerarte el peso para seguir subiendo, fue necesario detenerse a ver aquel árbol hermoso para descansar debajo de el en aquella tormenta, pero si te quedabas allí no ibas a ver la inmensidad del paisaje que te esperaba en la cima. Es normal que te duela haber dejado atrás aquellas personas que te prometieron seguir contigo hasta el final, pero que a mitad de camino se cansaron y desistieron, pero si esas personas no empiezan a subir contigo quizás nunca habrías empezado el camino.



Todo tiene sentido cuando llegas, antes no, por eso no te quejes, no critiques, calla y aprende que mas adelante todo  tendrá sentido.
A medida que vas creciendo y madurando vas a aprender a discernir cuales personas llegaron para quedarse, y cuales solo están para cumplir un ciclo en tu vida, llega un punto de tu vida que entiendes que hasta las personas tóxicas son necesarias, aprender esto requiere tiempo y no es fácil porque duele muchas veces, pero lo importante es que aprendes incluso a dejar ir aquellos que amas, abandonando el egoísmo y la falsa posesión porque nadie te pertenece, simplemente entiendes que un ciclo se acabo y es lo mejor para que ambos continúen. 
Siempre le digo a mi hija que crecer duele, duele porque significa trabajar con nuestras emociones, hacer lo contrario a lo que queremos y en muchos casos a doblegar nuestro ego.....
Finalmente cuando estés arriba, agradece, por favor!! agradece por todo lo que paso, por los que no se quedaron contigo, por los que continúan a tu lado, agradece por lo nuevo y por lo que esta por venir, y lo mas importante, no te quedes estático, sigue adelante que frente a ti hay muchas montañas más que escalar, y cada una sera mejor que la que dejaste atrás, tendrás un corazón lleno de tesoros, recuerdos y aventuras, muchas cosas que compartir con aquellas personas que están destinas a estar contigo.

No se conoce a la gente por accidente!!! accidente es creer que si.

Éxito en el camino, que la fe te sobre y las bendiciones te alcancen. 


Magaby7

sábado, 17 de diciembre de 2016

Dejando un amor, su nombre?..... Venezuela

Guaoooo!!!! cuanto tiempo ha pasado? cuantos cambios han venido a mi vida para quedarse, cuantas lecciones de vida tengo para contarles, cuantas experiencias buenas y malas tengo que compartirles.....
Los cambios empezaron cuando decidí salir de mi amado País Venezuela, en busca de nuevas y mejores oportunidades de vida. Los que me siguen desde hace algún tiempo, vieron por mi canal de Youtube todo mi proceso de migración y mi llegada a este nuevo país: Panamá.

Quisiera en una sola entrada comentar o resumir estos 5 meses aquí en ciudad de Panamá pero se que será imposible por mas que condense toda la información. Pero en este post, solo voy a compartir algunos sin sabores y alegrías que experimenté desde que la decisión nace y comienza la aventura....

A correr que hay poco tiempo: Solo tuve dos meses, para planificar, organizar y acomodar mi salida de Venezuela, los días pasan rápido y de eso solo te das cuenta, cuando las horas del día no te alcanzan para gestionar todo lo que necesitas. Vas como en carreras, no en una, si no en varias a la vez, muchas veces se siente que no lo vas a lograr, que las cosas se complican y que los tiempos no se te van a dar. Empiezas a nadar contra una corriente de agua que viene hacia ti con toda la potencia posible, tu instinto de supervivencia te hace luchar contra todo aquello que parece amarrarte de los pies para que no te muevas. En esos días no duermes, no comes y por si fuera poco no hay tiempo ni para llorar.

Cuando todo esta listo para partir, empiezan las despedidas....Dios mío, las BENDITAS DESPEDIDAS!!!! decir adiós a tus grandes afectos y amigos es la cosa mas horrible que le puede pasar a cualquiera, personalmente te cuento que esta etapa fue la mas difícil, y trate de suprimir todas las que me fueron posibles, en varios casos quede como mala amiga, como el ser mas frío e insensible, como una persona que no le importaba un último abrazo, lamento que muchos no hayan comprendido que no tenía el corazón dispuesto para decir adiós y verles los ojos al mismo tiempo. Perdonen todos aquellos a los que les dije que nos volveríamos a ver y después huí como cobarde, pero en el fondo sabía que no regresaría para despedirme, entiendan que no pude....los aprecio y los valoro, pero mi amor hacia ustedes no me permitió verlos por última vez sin que eso me desgarrara, y ya iba demasiado acontecida como para lacerarme más.

Los últimos días son los más fuertes de vivir.... emocionalmente estas susceptible pues ya sabes que estas a nada de irte y físicamente no aguantas el agotamiento de los días de eternas y difíciles diligencias. No quieres que pasen rápido los días, pero a la vez ya quieres irte, ay no!!! es vivir en una eterna bipolaridad llorona.

El  momento de hacer las maletas...... es el inicio del cruel desprendimiento, porque mentalmente llevas días pensando en lo que te vas a llevar, pero a la hora de meterlas en las maletas te das cuenta que solo puedes llevarte el 10% de lo que imaginaste que partiría contigo. Es allí cuando empiezas a renunciar a lo que creías valioso, y empiezas a meter solo aquello que es necesario para sobrevivir, dejando un pequeño espacio para aquellas cosas que tienen un increíble valor sentimental.

La última noche.....en mi caso fue todo muy extraño porque debía estar en el aeropuerto a las 2 am, así que mi noche solo fue de horas. Horas en las que por supuesto no dormí nada, la ansiedad no me dejaba, y repasaba mentalmente una y otra vez lo que tenía que llevar y recoger a último momento: los documentos, los pasajes, el dinero, el cargador del celular, el cepillo de dientes, la piyama, unas galletas por si acaso, botellita de agua, los zarcillos en la mesa de noche y así.....

Suena la alarma del despertador, anunciando que llegó el momento del viaje.....con el corazón en la boca te vistes, te cepillas los dientes, repasas mentalmente todo lo que debes meter en el bolso, apuras a tu familia, corres por toda la casa.....de pronto un silencio..... y el sonido de las ruedas de las maletas saliendo de las habitaciones......se abre la puerta de la casa y las maletas salen una a una, nadie habla, nadie se mira, llega el ascensor y con el llega ese momento en donde debes cerrar la puerta de tu casa y la ves por última vez, pero no dices nada, solo la recorres con tu mirada que esta a punto de nublarse, pero cierras y sales fingiendo que nada pasa.

El último viaje.....ya en el carro de tu familiar mas cercano (porque solo al mas cercano es al que le permites bajar a la guaira), empiezas a ver todo aquello que no sabes cuando volverás a ver.....las calles, el Avila, la panadería donde comprabas todos los días, el supermercado donde hiciste cola para que te vendieran los alimentos regulados, el kiosko donde comprabas los caramelitos halls, la autopista donde tantas veces mentaste madre por estar en una cola, y así vas hasta que estas en frente de la puerta del aeropuerto.....allí nos dejó mi hermano, previo acuerdo nos dejó allí mismo y salió corriendo como quien va tarde al trabajo y tiene una reunión importante, que no empieza hasta que el llegue....la despedida fue como un....nos vemos esta noche.

Caminata por el piso trillado de maiquetía.....de nuevo un silencio, el ruido de las ruedas de las maletas, el corazón detenido, los pasaportes y pasajes en las manos, vas viendo a tu alrededor y ves despedidas, gente llorando, madres abrazando a sus hijos, otros se toman fotos, unos caminan en círculos grandes con las miradas perdidas, algunos sentados en el piso con las maletas envueltas en plástico y con la mirada en la nada. Nadie manifestaba alegría.
Luego del chequeo, toca la aduana y ya sabes que ese es el momento del no retorno, en mi caso solo estábamos mi mama, mi hija, yo y nuestras dos perritas, eso lo hizo mas fácil, porque no teníamos que abrazar a nadie ni mirar hacia atrás antes de atravesar esa puerta de vidrio, sin embargo era inevitable mirar a los que si y que el corazón no se te rompiera en mil pedazos, es allí cuando entiendes que lo que viviste los últimos días, fue mas común entre otras familias venezolanas de lo que piensas, yo solo los miraba y decía en mi mente: puede entender todo lo que viviste para llegar aquí. Porque cuando llegas a maiquetía llevas a cuestas un gran proceso de darle fin a una vida que nunca pensaste que ibas a perder.

Descubrir una gran verdad.....ya en la puerta de embarque, uno se siente más relajado, porque en cierto punto ya lo peor pasó, empiezas a conversar con los que tienes al lado y descubres que el 90% van con tu mismo plan: empezar de cero y no regresar. Algunos tenían mi mismo destino, para otros Panamá sería solo una escala, pero todos teníamos algo en común, el dolor por el desarraigo.

El despegue.....siempre me habían dicho que ese momento era difícil, pero no entendía porque, y como en serio estaba relajada pensé que no sería importante.... hasta que..... hasta que el avión empieza a moverse.....Dios mio!!!! que dolor tan arrecho!!!!, cuando el avión empieza la carrera para coger vuelo......sientes algo muy fuerte que te arranca el corazón sin anestesia.... los ojos empiezan a llorar y no puedes detenerlos....yo sentía que volaba hacia la libertad pero sin querer ir....mentalmente me pasaba una película con todos los rostros de mi gente querida y que dejaba en el país, escuchaba sus voces y sus risas, como en cámara rápida.......sientes que no hay vuelta atrás, que tu vida desde ese momento no será la misma jamás, que tu rutina cambio para siempre, reaccionas y ya sabes que no existe tu zona de confort.....te inunda un sentimiento que solo puedo describir como una triste felicidad.
En ese instante miré a mi mama y a mi hija (pensando que podían estar sintiendo lo mismo que yo, pero ninguna se atrevía hablar), nos tomamos de las manos, suspire como pude y entonces pensé..... mi vida entera va en este avión y Venezuela ira con nosotras donde quiera que estemos. 

Y fue así como el avión empezó a volar encima de esta Tierra que me vio nacer, sobre su mar imponente e inmenso, surcamos por ese cielo azulito que veía todas las mañanas y le agradecí a Dios por darme la dicha de nacer en ella, ese día me despedí con dolor, no se cuando regrese a caminar por sus calles, pero lo que si sé, es que no hay un solo día que no la recuerde.

Magaby7.

lunes, 14 de marzo de 2016

Lo que deseamos, no siempre es lo que necesitamos

Cuantos días de nuestras vidas nos las pasamos deseando cosas, esperando que aparezcan en nuestras vidas aquello que cubre nuestros deseos, y pensamos que seremos felices cuando lo deseado llegue.

Muchas veces anhelamos cosas materiales, otras veces deseamos emociones, experiencias y vivencias, lo cierto es que casi nadie se escapa de desear algo para si. Y en algunas oportunidades cometemos el error, de desear la vida de muchos que tienen aquello que hemos deseado por tanto tiempo.

En este post quiero hablar sobre el deseo por tener una persona específica para amar, y que muchas veces los confundimos con gustos.
Puede ser que tengamos prototipos de parejas, que muchas veces se basa en gustos, pero la mayoría de las veces en carencias y necesidades.

Voy hacer más específica, usándome como ejemplo y así aprovecho para drenar lo aprendido recientemente.

Durante mucho tiempo he deseado tener a mi lado un hombre con un estilo en particular, por lo general siempre me han atraído aquellos fuertes e inaccesibles, por la proyección de seguridad que me dan, aunque curiosamente en el fondo este tipo de hombres de personalidad atrayente me generan todas las inseguridades posibles.

Me atraen aquellos hombres de apariencia dura, auto suficientes, seguros, de esos que parecen capaces de dominar todas las situaciones, de esos que te dan la sensación que a su lado nada te pasará y que saben controlar todo aquello que este fuera de lugar, quizás en este momento mientras me lees estas imaginando un Vin diesel, o al protagonista del transportador (no recuerdo el nombre jeje)....pues si, y sin hacer referencia a los físico, solo hablo de la personalidad, porque pudiera ser que todas estas cualidades estén encerradas en el cuerpo de un hombre poco agraciado.

Lo importante que descubrí con este asunto es que muchas veces lo que deseas no es lo que necesitas. No siempre ese hombre fuerte sera el que vaya a cubrir tus carencias emocionales, no siempre será el que cuide de ti como lo más valioso, una quiere ser amada, deseada, protegida, sentirnos merecedoras de fidelidad, además de tener a nuestro lado un hombre tierno y amoroso. Ahora bien, te parece que el prototipo de hombre que te mencione antes pueda tener las intención de cubrir tus carencias? jajaja no siempre ocurre para no decir que casi nunca.

Los hombres que son potencialmente atractivos por su personalidad, tienden a llamar la atención de muchas mujeres y están acostumbrados a ser idolatrados por ellas, que de paso los desean a costa de lo que sea, su misma condición de hombre fuerte e interesante, les ahorra el tener que destacarse en la conquista, no les resulta prioritario aprender el arte del cortejo, porque casi siempre les sale sin mucho esfuerzo (por culpa de nosotras mismas), y es por ello que no saben adorar a su mujeres, simplemente por que no tiene la necesidad.

Son cotizados? si y mucho..... eso te haría sentir segura? no lo creo. Obviamente toda regla tiene su excepción, y no voy a negar que puedan existir hombres que vengan con el kit completo, pero no quiero hablar de lo que es poco común.

Queremos llenar vacíos, no incluir nuevos huecos en el alma causados por la inseguridad que un hombre así pueda representar para nosotras.

Quizás me digas....bueno hay que trabajar el autoestima, y si es cierto, es una tarea que nos toca hacer todos los días, debemos ganar la batalla a la inseguridad a toda costa,  pero no pretendas ir a la guerra justo con el enemigo, porque entiende algo, el no va a luchar a tu lado.

Es por esto que después de tanto reflexionar llegué a la conclusión que lo que deseamos, no tiene porque ser lo que necesitamos.

Busquemos o luchemos por conseguir aquello que realmente necesita nuestro corazón y nuestra vida, para ello debemos estar claras de lo que necesitamos en realidad, conocer lo que te hace feliz es importante para saber identificar lo correcto para ti cuando algo llegue a tu vida. 

Si para ti es importante recibir llamadas o mensajes con frecuencia, no pretendas estar con un hombre que deteste tener un celular a la mano. Si para ti es importante tener tu propia familia, no pretendas tener una relación con un hombre que te diga que no quiere tener hijos, y no te hagas las falsas expectativas que vas a cambiar al hombre solo porque te guste demasiado, no te engañes de esa manera, porque he visto muchas mujeres que se casaron con esa fe, y ahora no solo están infelices, si no que perdieron la fe en el amor, y no aceptan que fueron ellas que tomaron malas decisiones.

Lo físico siempre es importante porque es lo primero que te hace click, pero que no dejes que ese detalle le quite importancia a todo lo demás, que a la final resultará ser lo más importante y consistente, pues lo físico pasa, y es la esencia del ser lo que permanece hasta el fin. Además es lo único que evoluciona, caso contrario de la condición física.

Cuida lo que deseas, cuida cada pensamiento porque condicionas a tu mente y a tu ser a querer aceptar solo eso que andas buscando y crees necesitar, sincera tus deseos, nadie más que tu sabe lo que te hace feliz, no dejes tus necesidades a un lado a la hora de decidir, no negocies tu derecho a ser feliz, solo para no estar sola.

La vida es muy dificil para también tenerla que compartir con alguien que constantemente esta dejándote a un lado por sus propios deseos. Es muy triste convivir con alguien que no te valora, que te desplaza por lo que sea, porque lo que sea tiene mas importancia que tu.

Para finalizar te comparto algo que escuche y ya ni recuerdo en donde.....la base de toda relación es que la prioridad de cada uno sea la felicidad de otro y no de si mismo.

Si tu pareja cumple ese principio pues estas con el correcto!!


Magaby7





martes, 19 de enero de 2016

Nacimos para cuidar de alguien siempre?

Cuando somos pequeñas jugamos a la mamá con los bebés de juguete, cuando somos adolescentes nos enseñan a cuidar a nuestros hermanos, cuando tenemos novios nos enseñan a cuidar la relación, cuando nos empleamos nos toca cuidar del trabajo, cuando nos casamos nos dicen que debemos cuidar de la casa y el marido, cuando somos madres entonces nos toca cuidar a los hijos.



Con estos ejemplos solo te quiero hacer ver que fuimos educadas para estar constantemente cuidando de algo o de alguien, y eso esta bien cuando eso forma parte de nuestras responsabilidades, no puedes ser una buena mamá si no cuidas de tu hijo, o dejas de velar porque sus necesidades sean suplidas, el problema está en ese momento en el hacemos cosas equivocadas por las razones correctas. Es decir, cuando empezamos a cuidar mas allá de lo que nos corresponde, motivadas supuestamente por el amor, y la compasión, convirtiéndonos en mujeres que controlan todo y asumen responsabilidades que nos les pertenece.

Ser cuidador de alguien es una responsabilidad enorme, pero debemos aprender a discernir cuando el cuidado se sobrepasa de nuestra responsabilidad.

Por ejemplo, cuando estas casada asumes responsabilidades de ama de casa y de esposa, la responsabilidad con tu marido es atenderlo, amarlo, y todo lo que ya sabes porque en casa seguro te lo enseñaron, pero no puedes asumir por ejemplo la responsabilidad de que sea un buen trabajador, no puedes ser responsable de sus sentimientos y de las expresiones de estos. Transcender esos límites es peligroso, porque tu afán por cuidarlo te llevará entre muchas cosas a la sobre protección y hacer esfuerzos desmedidos por asumir el control, creando un caos y un desequilibrio en la relación.  Y esto es solo por poner un ejemplo, porque pudiera estar ocurriendo algo parecido en todas tus demás relaciones.

Asumir nuestras propias responsabilidades de por si a veces es una tarea dura y agobiante, sumar a las propias las que no son tuyas sera la peor decisión, porque las sentirás como ataduras que provocarán en ti de todo menos felicidad.   

Cuando de manera instintiva nos sentimos responsables de los sentimientos, de los pensamientos, de los problemas, de la comodidad y del destino de los demás, somos cuidadores. Ser cuidador consiste en asumir las responsabilidades de los demás, descuidando  la responsabilidad que tenemos con nosotros mismos. Y el riesgo de caer en esta relación disfuncional es que inconscientemente hacemos responsables a los demás de nuestra propia felicidad, con la misma intensidad que nos creemos responsables de la suya.

Cuando asumes que eres una persona CUIDADORA, te darás cuenta que vas a encontrar infinidad de momentos en los que te sentiste como víctima. Sobretodo cuando todos tus esfuerzos nos fueron valorados, o cuando te das cuenta de lo mucho que te descuidaste por estar asumiendo la responsabilidad del cuidado.

Mientras estas cuidando de alguien le quitas la oportunidad de que esta asuma su responsabilidad. Inconscientemente les estas diciendo que asuman una posición cómoda porque tu harás los que a ellos les corresponde. Tener a alguien que siempre solucione todo, y que hasta piense por ti, resulta inmensamente atractivo, porque jamás tendrás que asumir ningún fracaso, error o equivocación. 

Cuidar a los demás puede convertirlos en inútiles dependientes, en personas heridas por tu control, personas inseguras y lastimadas, y en ocasiones hasta pueden sentirse usadas por  ti, por tener que cumplir tus expectativas y no las propias.

Entiende que tienes la responsabilidad de velar por tu propia paz y felicidad. Mientras estés invirtiendo tiempo en cuidar mas allá de tu responsabilidad a los demás, pierdes tiempo para ti para alcanzar aquello que solo tu puedes lograr.

Y no se trata que vayas ahora al extremo del egoísmo, en no velar ni cuidar de tus hijos, no te estoy sugiriendo que abandones tus responsabilidades, solo te estoy diciendo que no transciendas los límites de tus obligaciones, que no te excedas en los cuidados, que no anules a nadie, que no te hagas responsable de los sentimientos ajenos, que no decidas sobre las vidas de los que amas, cuando ya tienen edad de crear sus propios criterios, no te responsabilices de sus decisiones, cada quien debe aprender a ser responsable de lo que piensa, de lo que hace, de lo que dice y de lo que siente.

Lo mejor que podemos hacer es convertirnos en personas fieles a nosotros mismos, y dejar que los demás asuman sus propias responsabilidades.
Prométete fidelidad, presta atención a tus verdaderas responsabilidades y deja a los demás hacer lo mismo.
Si aún no sabes diferenciar cuales son tus responsabilidades reales y cuales son las de los demás, pues te invito a que hagas un inventario.

Nunca olvides, que somos responsables de nosotros mismos.

Nota: tema inspirado gracias a una reflexión que leí y que fue extraída del libro  ¨El lenguaje del adiós¨ escrito por Melody Beattie. Pero nada de lo que escribo fue extraído literal del texto original. Solo quise plasmar aquí mis impresiones y conclusiones luego de lo que leí.

Magaby7 ( en todas las redes sociales)