Querido hermanito:
Te acuerdas que una vez cuando era pequeña, estaba llegando del colegio a aquella casa donde vivía en La California?, aun recuerdo el sonido particular que hacia el transporte escolar al frenar, me dejaba en toda la entrada de casa y al abrir la puerta te vi!! yo no sabía que estabas en la casa, estabas sentado en la mesa almorzando me emocione tanto, porque estabas de visita en la casa que salí corriendo para abrazarte, pero antes de eso tire la lonchera y el bulto, que torpemente se me enredaron en los pies, tu cara era entre emoción y preocupación por mi reacción por el despelote en mis pies, afortunadamente no me caí y pude seguir corriendo para abrazarte......hasta allí mi recuerdo.
En estos días posteriores a tu partida muchos recuerdos van y vienen, entre los que llegaron a mi memoria esta este que me taladra la mente, pero hoy que estoy escribiendo este post, entendí porque lo recuerdo tanto, y es que cuando llegue mi día de partir y llegue al cielo, seguramente reaccione de la misma manera al verte y salga corriendo abrazarte, como aquella niña pequeña que llegaba del colegio, solo espero que en esa oportunidad no me enrede con nada y pueda darte ese fuerte abrazo que no pude darte para despedirte de esta vida.
No pude despedirme, y aunque le hable a tu cuerpo frío aquel triste 1 de diciembre, durante esos minutos que estuvimos solos, no se si estabas por allí para escucharme, quería decirte tantas cosas, quería seguir oyendo tu risa cada vez que oías mis ocurrencias y me decías, AY MI HERMANITA LINDA!!
Me hizo falta darte las gracias por ese almuerzo que nos hiciste ese día de aquella semana que estabas en casa, una semana antes de irte para siempre, que sorpresa nos diste, mientras trabajábamos te dedicaste a cocinar, a poner la mesa, todos los detalles tan bien cuidados, las tajadas ordenaditas todas del mismo tamaño, el postre de chocolate, era una despedida verdad? tu acaso sabías que pronto te irías? ......preguntas que retumban en mi cabeza.
Es que ahora que lo pienso siento que pudo ser así, pues aun con tus malestares te dedicaste a atendernos, a pesar de lo desconcertado que estabas, que ya confundías el almuerzo con la cena, también siempre pensabas que era domingo, y cosas por el estilo, pero lo tomamos de buen humor, te hacía chistes de eso y te reías de todo lo que te decía.
Gracias por despertarme ese último sábado con el olor a arepa de budare a las 6 am, gracias por todas las conversaciones sobre lo insoportable que es mi perrita Chanel, gracias por hablarme de tus hijos, esos días fui testigo de tu preocupación por ellos, ahora que lo recuerdo me hablaste de todos, de Evimar, de Tulio, de tus tíos, de tu casa, del gato, hasta de los vecinos cuando vivíamos en Montalbán, en serio nos hiciste un recuento de toda nuestra vida juntos, perdona por no soportar las quejas y por la poca paciencia.
Es que ahora que lo pienso siento que pudo ser así, pues aun con tus malestares te dedicaste a atendernos, a pesar de lo desconcertado que estabas, que ya confundías el almuerzo con la cena, también siempre pensabas que era domingo, y cosas por el estilo, pero lo tomamos de buen humor, te hacía chistes de eso y te reías de todo lo que te decía.
Gracias por despertarme ese último sábado con el olor a arepa de budare a las 6 am, gracias por todas las conversaciones sobre lo insoportable que es mi perrita Chanel, gracias por hablarme de tus hijos, esos días fui testigo de tu preocupación por ellos, ahora que lo recuerdo me hablaste de todos, de Evimar, de Tulio, de tus tíos, de tu casa, del gato, hasta de los vecinos cuando vivíamos en Montalbán, en serio nos hiciste un recuento de toda nuestra vida juntos, perdona por no soportar las quejas y por la poca paciencia.
No fueron días fáciles, varias veces llegue a mi límite, mi condición humana perdió la paciencia muchas veces, pero entre tu y yo quedará esa última conversación de aquel último sábado en la mañana, antes de dejarte en el terminal. En donde nos sinceramos, hicimos como una especie de pacto sin nombrarlo, donde cada quien acepto poner de su parte para lo que venía, porque pensamos que tendríamos la oportunidad de vernos de nuevo, y de luchar juntos hasta el final por tu recuperación. Lo que nunca pensamos es que Dios tendría otro plan.
La última vez que te vi, te bajaste del carro con la debilidad y dificultad para caminar que te acompañaba en los últimos días, me miraste con tus ojitos tristes y encapotados y me dijiste: bueno hermanita te aviso cuando llegue a Valencia. Tengo otra pregunta....porque estabas triste? es que de verdad sabías que era la última vez que nos íbamos a ver?
Después hablamos varias veces más y te note tan feliz, me dijiste que te sentías mejor, con mas fuerza, y que esos días que estuviste aquí en casa te habían recuperado, que todo el que te veía te lo decía. Y si era así entonces porque te fuiste hermanito mío?
No se si desde donde estas ahora pudiste ver el dolor que causo tu partida, espero que no, prefiero pensar que te fuiste feliz. Quiero que sepas que mucha gente se fue a despedir de ti, no sabía que tus amigos te querían tanto, entre lágrimas todos hablaban de tu buenos sentimientos, habían muchas flores de colores a tu alrededor, y nosotros allí contigo.
Hoy es 24 de diciembre, estarías de cumpleaños, me desperté sin saber a donde llamarte, solo miré al cielo y me imagine que me veías y te felicite, me habrás oido?.
Es tu primer cumpleaños lejos de nosotros, y no sabes lo que duele, pero me consuelo pensado que estas bien, no puedes estar en mejor lugar, como varias veces lo he dicho, se acabaron los dolores para ti, quedaron en el olvido las inyecciones de insulina que tanto pesar te daban, por la fragilidad capilar, seguro ya puedes correr y caminar rapidito, ya debes sentir los pies como antes, ya no hay suplicio para ti, se acabaron las cajas y cajas de medicamentos, que por cierto las he ido donando, en honor a tu buen corazón que siempre disfrutaba ayudar al prójimo, y cuando veo las caras felices de aquellos que reciben la ofrenda, siento tu sonrisa de felicidad por bendecir a otros.
Solo Dios sabe de lo que te libró, te evito muchas cosas, estoy segura de eso.
Jamás me imagine que sería Camila la última que escucharía tu voz, jamás me imagine que yo sería la última que recibiría un texto tuyo, jamás pensé que nuestra última conversación sería por un ácido fólico que le compraste a mi mamá en tu última salida.
Debería terminar esta carta y no se como, quizás es que no quiero, me esta costando mucho dejarte ir, muchas personas me han dicho que debo hacerlo, pero es que de verdad hermanito mío que es muy difícil, nadie nos enseña a despedirnos para siempre, nada nos prepara para una separación definitiva. Tu ausencia es como un golpe en el pecho que aparece de repente, luego se siente un vacío tan profundo, con un frío tan helado que te congela hasta los pensamientos, y solo se consigue llorar, y llorar mucho.
Te acuerdas de aquel cuadro blanco y negro que pintaste y estaba en tu sala? Camila se enamoro de el, y gracias a tus hijos, ese cuadro hoy reposa en una pared del cuarto de tu sobrina, cada vez que lo veo siento el mismo golpe en el pecho que me desarma, pero también me han dicho que esa sensación poco a poco irá pasando.
Al terminar esta carta quiero que sepas que te dejaré ir, necesario es soltarte para que vueles tan alto como Dios te lo permita, prometo intentarlo todos los días, porque entendí que te encantaba verme feliz, y sé que no soportarías verme gris. A partir de hoy intentaré maquillarme los ojos de negro como un día me dijiste que te gustaba, intentaré ser la misma de siempre, ese hermanita linda que te hacía reír, en cuanto a los kilos, pues......también lo intentaré.
Tu mamá te extraña mucho, no logra superar tu ausencia, la cual llora desconsoladamente por los rincones, en casa quedo tu pijama la cual ella abraza cuando cree que nadie la ve, pero tranquilo que cuidaré de ella, descansa en paz......corre.....ríe.....sé feliz.....vuela alto.....que algún día nos volveremos a ver.
Te ama
Tu hermana por siempre.
Gaby.
Hoy es 24 de diciembre, estarías de cumpleaños, me desperté sin saber a donde llamarte, solo miré al cielo y me imagine que me veías y te felicite, me habrás oido?.
Es tu primer cumpleaños lejos de nosotros, y no sabes lo que duele, pero me consuelo pensado que estas bien, no puedes estar en mejor lugar, como varias veces lo he dicho, se acabaron los dolores para ti, quedaron en el olvido las inyecciones de insulina que tanto pesar te daban, por la fragilidad capilar, seguro ya puedes correr y caminar rapidito, ya debes sentir los pies como antes, ya no hay suplicio para ti, se acabaron las cajas y cajas de medicamentos, que por cierto las he ido donando, en honor a tu buen corazón que siempre disfrutaba ayudar al prójimo, y cuando veo las caras felices de aquellos que reciben la ofrenda, siento tu sonrisa de felicidad por bendecir a otros.
Solo Dios sabe de lo que te libró, te evito muchas cosas, estoy segura de eso.
Jamás me imagine que sería Camila la última que escucharía tu voz, jamás me imagine que yo sería la última que recibiría un texto tuyo, jamás pensé que nuestra última conversación sería por un ácido fólico que le compraste a mi mamá en tu última salida.
Debería terminar esta carta y no se como, quizás es que no quiero, me esta costando mucho dejarte ir, muchas personas me han dicho que debo hacerlo, pero es que de verdad hermanito mío que es muy difícil, nadie nos enseña a despedirnos para siempre, nada nos prepara para una separación definitiva. Tu ausencia es como un golpe en el pecho que aparece de repente, luego se siente un vacío tan profundo, con un frío tan helado que te congela hasta los pensamientos, y solo se consigue llorar, y llorar mucho.
Te acuerdas de aquel cuadro blanco y negro que pintaste y estaba en tu sala? Camila se enamoro de el, y gracias a tus hijos, ese cuadro hoy reposa en una pared del cuarto de tu sobrina, cada vez que lo veo siento el mismo golpe en el pecho que me desarma, pero también me han dicho que esa sensación poco a poco irá pasando.
Al terminar esta carta quiero que sepas que te dejaré ir, necesario es soltarte para que vueles tan alto como Dios te lo permita, prometo intentarlo todos los días, porque entendí que te encantaba verme feliz, y sé que no soportarías verme gris. A partir de hoy intentaré maquillarme los ojos de negro como un día me dijiste que te gustaba, intentaré ser la misma de siempre, ese hermanita linda que te hacía reír, en cuanto a los kilos, pues......también lo intentaré.
Tu mamá te extraña mucho, no logra superar tu ausencia, la cual llora desconsoladamente por los rincones, en casa quedo tu pijama la cual ella abraza cuando cree que nadie la ve, pero tranquilo que cuidaré de ella, descansa en paz......corre.....ríe.....sé feliz.....vuela alto.....que algún día nos volveremos a ver.
Te ama
Tu hermana por siempre.
Gaby.
Me prometi leer inhalando por la nariz y exhalando por la boca, poco a poco. Me volvi un culo, me entedé contigo bajando del transporte escolar, me perdí en las tajadas del mismo tamaño, me nublaron la vista las lágrimas. Pero logré leer hasta la pijama abrazado por tu mamá y el desconsuelo que necesitar ayudarla y ayudarte a cargar y pensé en lo fuerte que eres, en lo sabio que fué tu hermano despidiendose y en ¡qué bueno que consiguió ácido fólico para tu mamá!. Te quiero.
ResponderEliminar(Mariachispi)