jueves, 29 de diciembre de 2016

No se conoce a la gente por accidente

Quiero empezar este post diciendo que no creo en las casualidades, si no en las causalidades, siempre he creído que las cosas ocurren para enseñarnos, porque nunca dejamos de aprender, desde que nacemos hasta que nos vamos todo es un aprendizaje. Las lecciones de la vida son enseñadas a través de las experiencias, vivencias y situaciones difíciles que vivimos, para ello contamos con los maravillosos instrumentos que son las personas que nos topamos y conocemos. 
En esta entrada quiero hacer énfasis en dos tipos de personas: las que llegan de pronto y son como ángeles, y las que llegan para lacerarte la vida y no ves el momento de que se vayan.



No te pasa que en un momento de tu vida, te detienes y ves a tu alrededor para darte cuenta que tienes gente involucrada contigo que quizás no estaba hace un mes?........de repente esas personas forman parte de tu vida y rutina, pero hace poco ni pensabas que estarían, porque sencillamente ni las conocías.....en algunos casos esas personas llegan para quedarse, en otros casos esas personas se van como llegaron......repentinamente. Lo cierto es que mientras están agradeces cada minuto que invierten en ti, se convierten en un oasis para tu vida, son ángeles de ayuda que vinieron hacer en algunos casos la carga mas ligera.

Pero también llegan personas a tu vida que desde el minuto que entran ya quieres que se vayan, relacionarte con ellas se convierte en casi una tortura, pasan los días y esas personas continúan allí, como amasándote las emociones, trillandote la vida, escupiéndote el ego, te pisoteándote la paz, y por mas que quieres huir no puedes.

Tanto para las personas fugaces, como para las personas que te laceran la vida por un tiempo atroz, hay una explicación del porque están, y tal como dice el nombre de este post no se conoce a la gente por accidente, recuerda no hay casualidades, todo tiene una causa, todo tiene un porque aunque sea doloroso, si....duele, pero existe.

En el primer caso, esas personas que llegan rápido y se van de la misma manera fugaz, llegaron a ti para cumplir un ciclo, un propósito que quizás sientas corto, tal vez estuvieron para ayudarte a subir un escalón que necesitabas subir, o pasaron a tu lado para darte un tremendo empujón, porque llevabas tiempo estático,  en algunos casos para ser los nexos para que conocieras a otros, o de pronto tu fuiste esa persona fugaz para el o ella, y sin saber le agregaste algo a esa vida que antes no tenía. 
El caso es que hay que aceptar el tiempo que dure, el tiempo que permanezcan, nada es eterno y todos debemos evolucionar. No se trata de ir usando a la gente por la vida, se trata de asumir y aceptar los tiempos de permanencia, no podemos retener en nuestras vidas, lo que fue destinado a solo estar un momento, reconoce lo que vino hacer, acepta y deja ir.....o en muchos casos, acepta cuando sabes que debes retirarte. Valora lo aprendido, quiere lo que te enseñaron, recuerda y honra el privilegio de aquello que te dejó.

En el segundo caso, prefiero llamarlos personas para aprendizajes y de entrenamiento, son personas que vinieron a formar tu carácter, llegaron no para joderte como uno asume muchas veces, si no para enseñarte grandes lecciones de vida, pero cuidado!! hay que discernir cuando es el momento de la retirada. Cuando un jarrón de vidrio se esta formando en un objeto codiciable lleva fuego a altas temperaturas, pero hay un momento en el que el fuego debe ser retirado de la pieza, porque si no la destruye!!!  una vez que el fuego pasa, esa mezcla amorfa que era toma forma, se convierte en algo hermoso, que jamás podrá ser comparado con lo que era antes. 
Debemos entender que todo es un proceso, agudizar nuestros sentidos y mantener una buena actitud ante el aprendizaje puede facilitar mucho las cosas. Quizás ahora mismo tienes un a persona ¨entrenadora¨ a tu lado, puede ser un jefe abusador, un maestro prepotente, un socio pedante, un gerente maltratador y arrogante, pueden ser innumerables los ejemplos, pero te tengo una buena noticia: estas en entrenamiento!!!! y todo es temporal,  es en serio cariño todo pasa, cuando aprendes la lección todo pasa. 

Mis consejos son que te tomes un tiempo para drenar, soltar las emociones, llora si lo necesitas y continúa con actitud de resistencia como lo hacen los guerreros, jamás actúes de la misma manera, con tu persona ¨entrenadora¨ aprende a desarmar, dominas tus reacciones, aprende a conocer a esa persona y siempre ve un paso adelante, minimiza los enfrentamientos, y serás sabio. En lo que aprendas la lección la vida misma se encargará de las injusticias y tu habrás evolucionado, habrás crecido, habrás sembrado cosas buenas que vas a cosechar en el tiempo que menos lo imagines, pero sí en el tiempo que más lo necesites.
Aprende a no quejarte, calla, drena en soledad, busca distraerte mientras dure el entrenamiento y te aseguro que seras una mejor persona cuando el proceso culmine.




Siempre le pedimos a Dios cosas, situaciones, metas, sueños, pero nunca nos hará llegar a lo deseado de la noche a la mañana, debemos ser capacitados para valorar y hacer buen uso de las cosas cuando lleguen. Ningún padre le dará a su hijo una bicicleta si primero no aprende a caminar. 
Todo tiene un camino, para llegar a la cima hay que escalar mucho, y en ese camino vamos a sufrir, sudar, pasar hambre, frío, y quizás uno que otro accidente que nos implique parar por algún tiempo hasta recuperarnos, el secreto esta en nunca desistir, siempre continuar aunque tengamos que cambiar los caminos, la cima estará allí esperándonos.
Cuando llegues y hagas una introspección te darás cuenta que no eres el mismo que empezó a escalar, y que todo valió la pena, todo fue necesario. Fue necesario tropezarse con la piedra porque al pisarla ibas a subir más rápido, fue necesaria encontrar aquella rama que creías segura, pero que al sostenerte de ella casi te hizo caer, pero te ayudo a que se te cayera la mochila para aligerarte el peso para seguir subiendo, fue necesario detenerse a ver aquel árbol hermoso para descansar debajo de el en aquella tormenta, pero si te quedabas allí no ibas a ver la inmensidad del paisaje que te esperaba en la cima. Es normal que te duela haber dejado atrás aquellas personas que te prometieron seguir contigo hasta el final, pero que a mitad de camino se cansaron y desistieron, pero si esas personas no empiezan a subir contigo quizás nunca habrías empezado el camino.



Todo tiene sentido cuando llegas, antes no, por eso no te quejes, no critiques, calla y aprende que mas adelante todo  tendrá sentido.
A medida que vas creciendo y madurando vas a aprender a discernir cuales personas llegaron para quedarse, y cuales solo están para cumplir un ciclo en tu vida, llega un punto de tu vida que entiendes que hasta las personas tóxicas son necesarias, aprender esto requiere tiempo y no es fácil porque duele muchas veces, pero lo importante es que aprendes incluso a dejar ir aquellos que amas, abandonando el egoísmo y la falsa posesión porque nadie te pertenece, simplemente entiendes que un ciclo se acabo y es lo mejor para que ambos continúen. 
Siempre le digo a mi hija que crecer duele, duele porque significa trabajar con nuestras emociones, hacer lo contrario a lo que queremos y en muchos casos a doblegar nuestro ego.....
Finalmente cuando estés arriba, agradece, por favor!! agradece por todo lo que paso, por los que no se quedaron contigo, por los que continúan a tu lado, agradece por lo nuevo y por lo que esta por venir, y lo mas importante, no te quedes estático, sigue adelante que frente a ti hay muchas montañas más que escalar, y cada una sera mejor que la que dejaste atrás, tendrás un corazón lleno de tesoros, recuerdos y aventuras, muchas cosas que compartir con aquellas personas que están destinas a estar contigo.

No se conoce a la gente por accidente!!! accidente es creer que si.

Éxito en el camino, que la fe te sobre y las bendiciones te alcancen. 


Magaby7

sábado, 17 de diciembre de 2016

Dejando un amor, su nombre?..... Venezuela

Guaoooo!!!! cuanto tiempo ha pasado? cuantos cambios han venido a mi vida para quedarse, cuantas lecciones de vida tengo para contarles, cuantas experiencias buenas y malas tengo que compartirles.....
Los cambios empezaron cuando decidí salir de mi amado País Venezuela, en busca de nuevas y mejores oportunidades de vida. Los que me siguen desde hace algún tiempo, vieron por mi canal de Youtube todo mi proceso de migración y mi llegada a este nuevo país: Panamá.

Quisiera en una sola entrada comentar o resumir estos 5 meses aquí en ciudad de Panamá pero se que será imposible por mas que condense toda la información. Pero en este post, solo voy a compartir algunos sin sabores y alegrías que experimenté desde que la decisión nace y comienza la aventura....

A correr que hay poco tiempo: Solo tuve dos meses, para planificar, organizar y acomodar mi salida de Venezuela, los días pasan rápido y de eso solo te das cuenta, cuando las horas del día no te alcanzan para gestionar todo lo que necesitas. Vas como en carreras, no en una, si no en varias a la vez, muchas veces se siente que no lo vas a lograr, que las cosas se complican y que los tiempos no se te van a dar. Empiezas a nadar contra una corriente de agua que viene hacia ti con toda la potencia posible, tu instinto de supervivencia te hace luchar contra todo aquello que parece amarrarte de los pies para que no te muevas. En esos días no duermes, no comes y por si fuera poco no hay tiempo ni para llorar.

Cuando todo esta listo para partir, empiezan las despedidas....Dios mío, las BENDITAS DESPEDIDAS!!!! decir adiós a tus grandes afectos y amigos es la cosa mas horrible que le puede pasar a cualquiera, personalmente te cuento que esta etapa fue la mas difícil, y trate de suprimir todas las que me fueron posibles, en varios casos quede como mala amiga, como el ser mas frío e insensible, como una persona que no le importaba un último abrazo, lamento que muchos no hayan comprendido que no tenía el corazón dispuesto para decir adiós y verles los ojos al mismo tiempo. Perdonen todos aquellos a los que les dije que nos volveríamos a ver y después huí como cobarde, pero en el fondo sabía que no regresaría para despedirme, entiendan que no pude....los aprecio y los valoro, pero mi amor hacia ustedes no me permitió verlos por última vez sin que eso me desgarrara, y ya iba demasiado acontecida como para lacerarme más.

Los últimos días son los más fuertes de vivir.... emocionalmente estas susceptible pues ya sabes que estas a nada de irte y físicamente no aguantas el agotamiento de los días de eternas y difíciles diligencias. No quieres que pasen rápido los días, pero a la vez ya quieres irte, ay no!!! es vivir en una eterna bipolaridad llorona.

El  momento de hacer las maletas...... es el inicio del cruel desprendimiento, porque mentalmente llevas días pensando en lo que te vas a llevar, pero a la hora de meterlas en las maletas te das cuenta que solo puedes llevarte el 10% de lo que imaginaste que partiría contigo. Es allí cuando empiezas a renunciar a lo que creías valioso, y empiezas a meter solo aquello que es necesario para sobrevivir, dejando un pequeño espacio para aquellas cosas que tienen un increíble valor sentimental.

La última noche.....en mi caso fue todo muy extraño porque debía estar en el aeropuerto a las 2 am, así que mi noche solo fue de horas. Horas en las que por supuesto no dormí nada, la ansiedad no me dejaba, y repasaba mentalmente una y otra vez lo que tenía que llevar y recoger a último momento: los documentos, los pasajes, el dinero, el cargador del celular, el cepillo de dientes, la piyama, unas galletas por si acaso, botellita de agua, los zarcillos en la mesa de noche y así.....

Suena la alarma del despertador, anunciando que llegó el momento del viaje.....con el corazón en la boca te vistes, te cepillas los dientes, repasas mentalmente todo lo que debes meter en el bolso, apuras a tu familia, corres por toda la casa.....de pronto un silencio..... y el sonido de las ruedas de las maletas saliendo de las habitaciones......se abre la puerta de la casa y las maletas salen una a una, nadie habla, nadie se mira, llega el ascensor y con el llega ese momento en donde debes cerrar la puerta de tu casa y la ves por última vez, pero no dices nada, solo la recorres con tu mirada que esta a punto de nublarse, pero cierras y sales fingiendo que nada pasa.

El último viaje.....ya en el carro de tu familiar mas cercano (porque solo al mas cercano es al que le permites bajar a la guaira), empiezas a ver todo aquello que no sabes cuando volverás a ver.....las calles, el Avila, la panadería donde comprabas todos los días, el supermercado donde hiciste cola para que te vendieran los alimentos regulados, el kiosko donde comprabas los caramelitos halls, la autopista donde tantas veces mentaste madre por estar en una cola, y así vas hasta que estas en frente de la puerta del aeropuerto.....allí nos dejó mi hermano, previo acuerdo nos dejó allí mismo y salió corriendo como quien va tarde al trabajo y tiene una reunión importante, que no empieza hasta que el llegue....la despedida fue como un....nos vemos esta noche.

Caminata por el piso trillado de maiquetía.....de nuevo un silencio, el ruido de las ruedas de las maletas, el corazón detenido, los pasaportes y pasajes en las manos, vas viendo a tu alrededor y ves despedidas, gente llorando, madres abrazando a sus hijos, otros se toman fotos, unos caminan en círculos grandes con las miradas perdidas, algunos sentados en el piso con las maletas envueltas en plástico y con la mirada en la nada. Nadie manifestaba alegría.
Luego del chequeo, toca la aduana y ya sabes que ese es el momento del no retorno, en mi caso solo estábamos mi mama, mi hija, yo y nuestras dos perritas, eso lo hizo mas fácil, porque no teníamos que abrazar a nadie ni mirar hacia atrás antes de atravesar esa puerta de vidrio, sin embargo era inevitable mirar a los que si y que el corazón no se te rompiera en mil pedazos, es allí cuando entiendes que lo que viviste los últimos días, fue mas común entre otras familias venezolanas de lo que piensas, yo solo los miraba y decía en mi mente: puede entender todo lo que viviste para llegar aquí. Porque cuando llegas a maiquetía llevas a cuestas un gran proceso de darle fin a una vida que nunca pensaste que ibas a perder.

Descubrir una gran verdad.....ya en la puerta de embarque, uno se siente más relajado, porque en cierto punto ya lo peor pasó, empiezas a conversar con los que tienes al lado y descubres que el 90% van con tu mismo plan: empezar de cero y no regresar. Algunos tenían mi mismo destino, para otros Panamá sería solo una escala, pero todos teníamos algo en común, el dolor por el desarraigo.

El despegue.....siempre me habían dicho que ese momento era difícil, pero no entendía porque, y como en serio estaba relajada pensé que no sería importante.... hasta que..... hasta que el avión empieza a moverse.....Dios mio!!!! que dolor tan arrecho!!!!, cuando el avión empieza la carrera para coger vuelo......sientes algo muy fuerte que te arranca el corazón sin anestesia.... los ojos empiezan a llorar y no puedes detenerlos....yo sentía que volaba hacia la libertad pero sin querer ir....mentalmente me pasaba una película con todos los rostros de mi gente querida y que dejaba en el país, escuchaba sus voces y sus risas, como en cámara rápida.......sientes que no hay vuelta atrás, que tu vida desde ese momento no será la misma jamás, que tu rutina cambio para siempre, reaccionas y ya sabes que no existe tu zona de confort.....te inunda un sentimiento que solo puedo describir como una triste felicidad.
En ese instante miré a mi mama y a mi hija (pensando que podían estar sintiendo lo mismo que yo, pero ninguna se atrevía hablar), nos tomamos de las manos, suspire como pude y entonces pensé..... mi vida entera va en este avión y Venezuela ira con nosotras donde quiera que estemos. 

Y fue así como el avión empezó a volar encima de esta Tierra que me vio nacer, sobre su mar imponente e inmenso, surcamos por ese cielo azulito que veía todas las mañanas y le agradecí a Dios por darme la dicha de nacer en ella, ese día me despedí con dolor, no se cuando regrese a caminar por sus calles, pero lo que si sé, es que no hay un solo día que no la recuerde.

Magaby7.